y no necesitar agua, luz ni comida.
Me perdí en las miras de tus trazos, me vigilaban altivos mientras deliraba cantos australianos, sicilianos, bombarderos de migas de amón, absolutismo que poderes hegemónicos impusieron sobre mi carne
mientes,mientes,mientes
ven ahora a apuñalar al fantasma que hace ígneas las alucinaciones
Por que son dos de tus manos las que me cubren
y porque son dos de tus ojos los que ciegan
y por que no resisto a la vida si no son tus dos labios los que me protegen
Luego hice alucinar al fantasma de tu sonrisa,
que me contestó no saber de donde venías,
y me acerqué a todo aquello que te asustaba,
ahora,ahora,ahora,
quedándome sin luz, mar ni aliento
quedándome sin ser
dos de tus manos.